La Confederación General del Trabajo (CGT) ha dado la voz de alarma acerca del número de abortos espontáneos registrados en un centro de telemarketing de Gijón. Los delegados sindicales de la empresa tienen constancia de que en los últimos doce meses ya suman seis abortos de los once embarazos confirmados.
Los empleados creen que el origen podría hallarse en las radiaciones que emiten los aparatos electrónicos con los que están en contacto o a concentraciones de CO2en el edificio. Las últimas mediciones realizadas en el centro datan de mayo de 2006, según los sindicatos.
Las trabajadoras, que representan el 70 por ciento de los 150 empleados, reconocen que existe una cierta «inquietud» y «temor» ante esta situación. Se da la circunstancia de que ninguna de ellas supera los 35 años de edad y en todos los abortos las mujeres superaban las doce semanas de gestación, unos datos «exagerados» que son motivo de preocupación entre los trabajadores. Ninguna de las mujeres formaba parte de los denominados grupos de riesgo: no padecían diabetes ni problemas tiroideos ni sufrieron con anterioridad tres o más abortos espontáneos.
La coordinadora estatal de empresas de telemarketing también ha tomado cartas en el asunto y anuncia que llevará el caso ante la Inspección de Trabajo y el Servicio de Salud del Principado por la alarma sanitaria generada. Varios empleados han constatado, además, que en un negocio muy próximo al centro también se registró otro aborto.
La única explicación recibida hasta el momento por la dirección de la empresa fue a través de su servicio de prevención, que aseguró que el número de abortos registrados estaba «dentro de lo normal». Los trabajadores piden que se investigue.
Domingo 16 de diciembre de 2007
La Nueva España.
Los empleados creen que el origen podría hallarse en las radiaciones que emiten los aparatos electrónicos con los que están en contacto o a concentraciones de CO2en el edificio. Las últimas mediciones realizadas en el centro datan de mayo de 2006, según los sindicatos.
Las trabajadoras, que representan el 70 por ciento de los 150 empleados, reconocen que existe una cierta «inquietud» y «temor» ante esta situación. Se da la circunstancia de que ninguna de ellas supera los 35 años de edad y en todos los abortos las mujeres superaban las doce semanas de gestación, unos datos «exagerados» que son motivo de preocupación entre los trabajadores. Ninguna de las mujeres formaba parte de los denominados grupos de riesgo: no padecían diabetes ni problemas tiroideos ni sufrieron con anterioridad tres o más abortos espontáneos.
La coordinadora estatal de empresas de telemarketing también ha tomado cartas en el asunto y anuncia que llevará el caso ante la Inspección de Trabajo y el Servicio de Salud del Principado por la alarma sanitaria generada. Varios empleados han constatado, además, que en un negocio muy próximo al centro también se registró otro aborto.
La única explicación recibida hasta el momento por la dirección de la empresa fue a través de su servicio de prevención, que aseguró que el número de abortos registrados estaba «dentro de lo normal». Los trabajadores piden que se investigue.
Domingo 16 de diciembre de 2007
La Nueva España.
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